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Por Salomón García Gálvez.
OCULTARSE: ¿ESTRATEGIA Y
CHANTAJE?
Si vivieran en uno de los
países “bajos” de Europa, los auto llamados “luchadores sociales”
-Obtilia Eugenio Manuel y Gonzalo Molina González- ya estuvieran encarcelados, sometidos a proceso penal frente a un Juez, por mentir; por victimizarse y por ocultarse para simular que estaban “desaparecidos”. Sus historietas no convencen a nadie.
-Obtilia Eugenio Manuel y Gonzalo Molina González- ya estuvieran encarcelados, sometidos a proceso penal frente a un Juez, por mentir; por victimizarse y por ocultarse para simular que estaban “desaparecidos”. Sus historietas no convencen a nadie.
Ni al presidente Andrés
Manuel López Obrador ni el gobernador Héctor Astudillo Flores, les conviene
perseguir, encarcelar y menos desaparecer a radicales, del color, filiación
política u organización cualesquiera. AMLO y HAF, arribaron a sus cargos bien
legitimados, por el voto ciudadano.
Ni AMLO ni Astudillo Flores
tienen la menor intención de reprimir, y menos desaparecer a dirigentes de organizaciones sociales que
tienen por costumbre emprender acciones radicales para sacar provecho y raja política.
No tienen necesidad de reprimir al movimiento social. ¿Para qué?
Sin embargo, vetustos y trasnochados
líderes de organizaciones radicales de manera perversa planean de manera
siniestra infringir daño a las imágenes tanto del presidente AMLO como del
gobernador Astudillo Flores, para desprestigiarlos y hacerlos aparecer como
sátrapas, persecutores y represivos. Todo eso es falso.
Primero, Obtilia Eugenio
Manuel, indígena dirigente de una organización, que maneja autodefensas, optó
por hospedarse en un hotel de Tierra Colorada, municipio de Juan R. Escudero,
por más de 48 horas, acompañada por Hilario Cornelio Castro, según denunció el
esposo de la señora, Cuauhtémoc Ramírez.
Por la “desaparición” de la
señora Obtilia se encendieron las alarmas en todos lados; no sólo a través de
redes sociales se denunció la “desaparición” sino en medios radiales e
impresos. El escándalo fue enorme.
“Por tierra y aire mostrando
sus fotos casa por casa buscan policías del Estado a la líder indígena Obtilia
Eugenio”, fue la nota que publicitó un diario de Acapulco en primera plana (El
Sur), el jueves 14 de febrero del presente año.
Ahora, es el ex “preso
político” Gonzalo Molina González, dio la nota alarmante por su presunta
“desaparición”, junto con dos de sus hijos y su yerno. ¿Dónde se escondieron u
ocultaron? -se preguntan muchos.
De manera repentina, el
sábado 30 reapareció el dirigente “social” Molina, junto con familiares; de
inmediato sus seguidores y lacayos buscaron a los periodistas para contarles
historietas sobre su presunta “desaparición”; fantasías que nadie cree,
solamente idiotas o tarados.
La mayoría de
“organizaciones sociales” y sus chantajistas jefes, por ahora, viven situación
de crisis económica; ya saben que el presidente AMLO no les dará dinero, como
generosamente les entregaba el ex mandatario Enrique Peña Nieto. ¿Ya lo
extrañan?
Por eso ahora, las llamadas
“organizaciones sociales” toman a cada rato casetas de peaje, donde cobran
cuotas a los automovilistas, porque el gobierno dejó de darles dinero; el
gobierno de Astudillo Flores, no les da nada porque enfrenta severos problemas
para pagarles salarios a maestros fuera del Fone.
¿De dónde va sacar “money”
-$- el gobierno estatal, si los del gobierno federal son tacaños hasta la
ignominia?... ¿O no es así, Pablo Amílcar Sandoval?
Si la Fiscalía Estatal de
Guerrero (FEG) sienta en el banquillo de los acusados tanto a Obtilia como a
Gonzalo, sus versiones sobre presuntas amenazas e intentos de “desaparecerlos”
se vendrían abajo; se derrumbarían estrepitosamente y ambos caerían en
contradicciones; sus historietas nadie se las creería. Un detector de mentiras hace mucha falta a estos dirigentes.
Sin embargo, como un acto de
cortesía el gobernador Astudillo Flores, a través de su cuenta de Twitter
manifestó beneplácito por la reaparición de Gonzalo y sus familiares; de igual
manera lo hizo antes cuando se hospedó -perdón- “desapareció” la señora Obtilia
junto con “Cornelio” en un hotel de Tierra Colorada… ¡Seriedad, señores!
FISCALÌA: DINERO FÀCIL: LA
MUERTE.
Muchos jóvenes -hombres y
mujeres-, ya no quieren trabajar y ganarse la vida de manera honesta. La
juventud, no toda, se ha vuelto “floja” y “wevona”; quieren el dinero fácil,
sin ganarlo trabajando.
Bastantes muchachos se
convierten en delincuentes aunque mueran trágicamente, como ocurrió el pasado
fin de semana en Acapulco donde cuatro extorsionadores -cobra cuotas- fueron
abatidos por la Policía Ministerial, a quienes primero agredieron a balazos.
Los policías ministeriales -aunque
parezca increíble- fueron “felicitados” por la ciudadanía de Acapulco a través de
redes sociales, luego que abatieron a los cuatro muchachos que se dedicaban a
extorsionar sitios de taxis.
El abatimiento de los cuatro
jóvenes ocurrió luego que fueron a cobrar 4 mil 300 pesos a un sitio de taxis;
anteriormente acudieron al lugar donde golpearon a cachazos a los ruleteros y
los amenazaron con matarlos si no pagaban “cuota”.
Los extorsionadores fueron
acribillados el pasado sábado 30 de marzo, después de cobrar “cuota” y
dispararles a los ministeriales cuando éstos los perseguían. Los jóvenes iban a
bordo de un Volkswagen color blanco con rojo -taxi- número 1951, a la altura de
la colonia Los Lirios del puerto.
A través de redes sociales,
sectores de Acapulco no solo enviaron amplio reconocimiento a la Fiscalía
General del Estado (FGE), a cargo del Maestro en Ciencias Jurídicas, Jorge
Zuriel de los Santos Barrila, sino que alentaron a continuar combatiendo la
extorsión y chantaje contra empresarios y comerciantes, por parte de la
delincuencia organizada y desorganizada. El titular de la FGE se conduce dentro
de los parámetros de la Ley… Punto.
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