El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró este lunes que se hará la prueba del coronavirus Covid-19 si esto “hace falta” para prevenir su transmisión.
“Miren, yo me ajusto al protocolo de salud… Si hace falta, entonces, yo me hago la prueba del coronavirus, hago lo que me indiquen los médicos, los responsables.
Tomamos la decisión de dejar este asunto de salud pública en manos de técnicos, de médicos, de científicos, porque, si se deja en manos de políticos y de politiqueros, que es lo peor, entonces se altera todo, esa es otra epidemia que tiene que ver con los intereses creados”, dijo el jefe del Poder Ejecutivo durante su conferencia de prensa mañanera.
En el mismo encuentro con los medios, preguntó al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, si es necesario que se realice la prueba. El funcionario respondió que no y el mandatario le pidió explicar por qué.
López-Gatell argumentó que las pruebas para la detección del coronavirus no son de aplicación general, sino para personas que pudieran representar un riesgo. También sostuvo que el presidente no tiene mayores probabilidades de contagiar o contagiarse en comparación con otra persona.
“La fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio. En términos de una persona, de un individuo, que pudiera contagiar a otros, el presidente tiene la misma probabilidad de contagiar que tiene usted o que tengo yo (...) El presidente no es una fuerza de contagio. Entonces, no, no tiene por qué ser la persona que contagie a las masas o al revés”, respondió a una reportera.
Sin embargo, el jefe del Poder Ejecutivo sí reúne características que lo incluyen en un grupo poblacional de atención ante el Covid-19, según la propia Secretaría de Salud, pues es adulto mayor (tiene 66 años) y tiene padecimientos cardiovasculares (en 2013 sufrió un infarto y es hipertenso)
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